Maria Guadalupe Espinoza

Con profundo dolor y al mismo tiempo con un corazón lleno de gratitud por su vida, la familia de María Guadalupe Espinoza de González anuncia su fallecimiento, ocurrido el 26 de julio de 2025, en la paz de su hogar en Reading, Pennsylvania, rodeada del amor de sus seres queridos.

Nació el 7 de Septiembre de 1959 en La Calera, municipio de Yuriria, México, hija de Silvestre Espinoza y Sofía Martínez, de quienes heredó su carácter fuerte, su gran corazón y el profundo amor por la familia. Fue una mujer cuya vida entera estuvo marcada por su calidez, su risa inconfundible y su generosidad sin límites.

María Guadalupe fue madre amorosa de seis hijos: José Luis, Leticia, Manuel, Laura, Alejandro y Sofía, a quienes dedicó su vida con entrega, ternura y ejemplo. Crió a cada uno con amor firme y comprensión infinita, enseñándoles el valor del respeto, el trabajo duro y la unidad familiar.

Su legado continúa en sus nietos: Ricardo, Nigza, Judith, Santiago, Yahir, Gael, Lizeth, Bianca, Jonathan, Adriel, Adilene, Giovanni, Camila y Antonio, quienes la recordarán como la abuela que siempre tenía dulces escondidos, historias por contar, consejos sabios y un abrazo reconfortante para cada ocasión. Además, fue orgullosa bisabuela de Mateo y Samuel, quienes, aunque pequeños, recibieron el amor sincero de una bisabuela que supo sembrar cariño incluso en los primeros años.

Sus queridos hermanos: Antonio, Carmen, Nora, Rosaura, Maricarmen, Eduardo y Óscar, con quienes compartió una infancia llena de recuerdos entrañables, anécdotas y lazos que perduraron toda la vida.

María Guadalupe era una mujer que tocaba corazones. Amigable, bromista, siempre sonriente y profundamente amistosa, tenía el don de hacer sentir a todos bienvenidos. No importaba si te conocía de toda la vida o solo de un momento: si estabas a su lado, te hacía sentir en casa. Su alegría era contagiosa, y su risa, se quedaba en el aire, grabada en la memoria de quienes la escuchaban.

Era muy querida por la gente, porque su bondad era sincera. Se preocupaba siempre más por los demás que por ella misma; su generosidad no conocía límites. Siempre tenía un gesto amable, una palabra de aliento, una comida caliente, un detalle hecho con amor. Le gustaba cuidar, proteger, dar. Se dejaba querer, y eso la hacía aún más especial.

Hoy su ausencia deja un vacío inmenso, pero también un legado de amor incondicional, de unidad familiar, de alegría en las pequeñas cosas. Nos deja enseñanzas que trascienden el tiempo: que el amor se demuestra con hechos, que la familia es lo más valioso y que nunca hay que dejar de sonreír.

Su familia y seres queridos la despedirán con cariño y con la certeza de que el amor que ella sembró seguirá floreciendo en cada uno de nosotros. Descansa en paz, querida María Guadalupe. Tu risa, tu ternura y tu presencia seguirán viviendo en cada rincón de nuestro corazón.

La velación se llevará a cabo el lunes 4 de agosto, de 5:00 p.m. a 8:00 p.m. en Kuhn Funeral Home & Crematory, ubicado en 5153 Kutztown Road, Temple, PA 19560.

Al día siguiente, martes 5 de agosto, nos reuniremos en la Iglesia St. Joseph, ubicada en 1018 N 8th St, Reading, PA 19604, donde una misa solemne que dará inicio a las 10:00 a.m., presidida por el Padre Baker. Posteriormente, se llevará a cabo una procesión hacia el cementerio Gethsemane, ubicado en 3139 Kutztown Rd, Reading, PA 19605, donde a las 11:00 a.m. daremos cristiana sepultura a nuestra querida María Guadalupe.

Kuhn Funeral Home & Crematory, Inc., Temple, está a cargo de los arreglos funerarios.

Las condolencias pueden expresarse en línea en: www.kuhnfuneralhomes.com